lunes, 30 de enero de 2023

El mirador de Franco

Cuando Francisco Franco visitaba Cataluña la alta burguesía catalana se lo rifaba para conseguir albergarlo en sus casas. Le estaban agradecidísimos puesto que en caso de que el dictador no hubiera ganado la Guerra Civil española ellos hubieran perdido sus propiedades que habían sido colectivizadas -es decir, confiscadas- por los republicanos al inicio de la confrontación. Y cuando Franco visitaba Blanes o cercanías, al menos en una ocasión recorrió la finca Piña de Rosa que entonces era propiedad de Fernando Rivière de Caralt el cual debía su fortuna al éxito de las empresas familiares metalúrgicas. 

No tengo ninguna certeza de la veracidad de esta historia pero entre los amigos de mi generación al mirador que se encuentra sobre la Esllapisada, dentro de Piña de Rosa, le llamábamos el banco de Franco. Las vistas sobre el cielo, el mar, los acantilados y la costa hasta el cerro de la Morisca, en Lloret de Mar, y hasta el delta de la Tordera, en Blanes, son espectaculares. A este sencillo mirador donde únicamente encontraréis un sinuoso banco de piedra, se llegaba por una pista de tierra que rodeaba toda la finca. La casa donde veraneaba la familia rivière, de nombre masía del Sol, también era sencilla e imitaba una tradicional casa de campo. También había fuentes, piscina decorativa con esculturas de estilo clásico y barracas de viña rehabilitadas y pintadas de color ferruginoso, pero la esencia de la finca y principal afición de su propietario era el jardín tropical que todavía hoy se puede visitar. En la cala de la Agulla (aguja, en catalán) habían hecho construir una caseta de recreo con comedor, cocina, baños con duchas y zona de barbacoa en el exterior. En verano colocaban una escalera metálica en medio de las rocas para acceder directamente al mar puesto que en la cala no hay ni una brizna de arena. Todo el conjunto es una buena muestra de urbanismo integrado perfectamente en el paisaje, sin embargo la costa de la Agulla era otro ejemplo de espacio público privatizado para goce de una sola familia acomodada. Con la muerte del creador de Piña de Rosa y de su jardín tropical la finca entró en una lenta decadencia. El intento de urbanizar la zona provocó una reacción popular que consiguió que el Parlamento de Cataluña lo declarara como espacio natural de interés nacional el 2003 pero esto tampoco frenó su deterioro. Y su compra por parte de un magnate ruso que ha visto frustrados todos los intentos de aumentar la superficie edificable de la casa no ha hecho nada más que acelerar la dejadez.


La caminata entre Blanes y la Agulla la hago regularmente en todas las épocas del año. El tramo final del camino hasta la cala resigue artificialmente los límites enrejados de las fincas de la Agulla y de Piña de Rosa, pero al menos permite su acceso. El premio que se obtiene es disfrutar de las impresionantes vistas del conjunto de islotes llamados la Agulla, que están rodeados de farallones, y de la cala de grandes cantos rodados, poco propicia para el baño y mucho más para la contemplación. La última ocasión que he visitado el lugar ha sido un domingo de invierno. En esta ocasión, después de muchísimos años de no hacerlo y animado por la numerosa gente que accedía a la cala atravesando la finca, nos animamos a volver a Blanes por este camino privado paralelo a la costa. La primera sorpresa que tuvimos fue precisamente la alta frecuentación de este atajo. En poco rato pudimos contar unas quince personas paseando por allá sin contarnos a nosotros mismos. La segunda y más negativa impresión fue el estado de abandono de la hacienda. El edificio de la zona de baño está totalmente arruinado con el techo caído y el interior vandalizado Los invernaderos que vimos de lejos también parecían en mal estado y la masía no está en mejores condiciones. Las antiguas pistas de tierra que recorrían el predio, incluso la que llega a la cala, han desaparecido o están en proceso de hacerlo tragadas por la vegetación. Aun así el banco de Franco conserva su dignidad preservado por su sencillez de piedra y cerámica basta. Curiosamente el que está en mejores condiciones de toda la posesión son las nuevas puertas metálicas y los alambres con pinchos que cierran los diferentes accesos, pero hacen un trabajo inútil porque la gente ha decidido, con toda la razón, apropiarse del derecho de paso de este espacio. De hecho, antes el camino de ronda atravesaba la zona enlazando cala Bona, o de San Francisco, con la Agulla y de aquí a Treumal y Lloret de Mar.


En numerosas ocasiones, como en estos escritos, en cartas dirigidas a algunos responsables políticos o bien personalmente, he insistido en la necesidad de recuperar el acceso de todos los caminos para recrear el sendero litoral de la Costa Brava. Hacerlo no solo sería un acto de justicia social y de mejora de un nuevo espacio de recreo sino que también tendría positivas consecuencias económicas a lo largo de todo el año, combinando de este modo ocio y negocio. Algunos municipios como Lloret de Mar están avanzando muchísimo con el acondicionamiento y la apertura de nuevos tramos del sendero litoral como el nuevo camino entre la playa de Fenals y cala Banys. Esperamos que continúen haciéndolo ahora entre la cala de la Boadella y la playa de Santa Cristina, que es relativamente fácil de realizar, y entre la playa de Canyelles y la cala Morisca, cuyo camino fue cerrado por los propietarios de can Joncadella  y que todavía ahora se encuentra en proceso judicial para conseguir su reapertura. Blanes, en cambio, va bastante más atrasado y todo pasaría para reabrir el camino de Piña de Rosa que hemos descrito.


Ojalá que todas las fuerzas políticas de los municipios de la Costa Brava que se presenten a las elecciones locales tengan propuestas de mejora de sus caminos de ronda como acción prioritaria de gobierno. La ciudadanía seguro que lo agradecería y los empresarios turísticos también, pero si este llamamiento no tiene éxito tampoco tenemos que perder la esperanza puesto que será la ciudadanía la que abrirá los caminos “votando” con sus botas de montaña como lo ha hecho ya con Piña de Rosa.

martes, 13 de diciembre de 2022

La sirena Alfonsina

En el pasado, cuando un pintor recibía un encargo erótico o quería hacer una venta segura y cara, podía pintar una Diana saliendo del baño. El tema, como es de suponer, es el de una mujer joven haciendo posturas que a ojos de un espectador masculino, heterosexual y rico eran provocadoras. Puro voyeurismo en una época en la que no existía ni Internet ni Viagra. Hoy en día el valor del cuerpo cotiza a la baja. Que una mujer enseñe los tobillos o las rodillas o que un hombre muestre sus pectorales ni escandaliza ni- su imprescindible contra moneda-excita. La exhibición del cuerpo humano se ha normalizado y las televisiones, por ejemplo, compiten por mostrar modelos semidesnudas mostrando trajes de baño imposibles o presentadoras en pleno invierno quitándose capas de ropa con la excusa de las campanadas de Fin de Año.

Sirena, cala Canyet (Santa Cristina d'Aro)

A principios del otoño, en una solitaria playa perdida de la mano de Dios, en Sant Feliu de Guíxols, me encontré no una diosa, pero sí una sirena. Igual que en cualquier cuadro de Diana saliendo del baño, mi desnuda sirena -que no sé por qué, pero debía llamarse Alfonsina- luchaba por salir del mar caminando en una zona de piedras inestables y haciendo malabarismos para proteger sus pies de los pinchazos de dolor provocados por los cantos rodados. Cuando de repente descubrió al caminante -un servidor-, sombrero de ala ancha, gafas oscuras, camiseta coloreada, pantalones y zapatillas de senderismo y bastones, su susto fue descomunal y empezó a gritar con los brazos abiertos, moviendo las manos de arriba abajo enseñando las palmas y con los dedos totalmente abiertos. La situación más que dramática era cómica y así acabó interpretándola la sirena Alfonsina cuando después de unas breves disculpas mutuas, cada uno siguió su camino. La Costa Brava está llena de sirenas y sirenos, amantes de los baños de mar y de sol libres de elementos textiles, es decir, a pelo. Sin embargo, los pelos precisamente no abundan en las playas naturistas -tampoco en Alfonsina- lo que no deja de ser una fragante contradicción ya que la naturaleza nos ha regalado pelo, y también vello, a menudo en abundancia.

Cala Urgell, Sant Feliu de Guíxols

El nudismo es hoy una actividad relativamente popular, pero en sus orígenes, hace ya más de un siglo, fue una práctica elitista. La gente normal más bien ni tomaba el sol ni mucho menos se bañaba en el mar, ni a pelo ni vestida. La conquista de las playas fue una actividad lenta que empezó por los ricos y acabó popularizándose. El nudismo era un reducto de snobs que tenían el tiempo y las ganas de entregar su cuerpo a las sensaciones provocadas por el agua y al aire libre, como Dorothy Woedwosky que lo hacía en la bañera de la rusa, pequeño espacio rocoso bajo los acantilados de Cap Roig, en Calella de Palafrugell, o Elena Ivánovna Diákonova, es decir, Gala, cuando nadaba por las playas del cabo de Creus, en Cadaqués. Los otros mortales que tenían tiempo para este tipo de ocio lo hacían adecuadamente separados en playas para hombres y playas para mujeres como el Rincón de las Mujeres, en Sant Antoni, o la Bañera de las Mujeres, en Tossa de Mar. Incluso había un tercer género, el de los curas, que tenían sus propios espacios reservados como las calas de los Curas de Port de la Selva, de Sant Antoni o de Blanes.

Sa Boadella, Lloret de Mar

Hoy las playas nudistas, de iure o de facto, abundan: Sa Boadella de Lloret de Mar, Vallpresona y la del sr. Ramón de Santa Cristina de Aro, la de la isla Roja de Begur, la parte central de la playa de Pals o las calas alrededor del cabo Ras en Llançà y Colera, son algunos ejemplos. Sin embargo, tengo la impresión de que al igual que la separación de playas según el género desapareció, también la segregación según el uso de más o menos ropa se está diluyendo poco a poco hasta que, quizás en el futuro, cada uno elegirá libremente la forma de bañarse o tomar el sol en cualquier lugar. Al fin y al cabo, no está de más recordar que el escándalo está en el ojo del escandalizado.

viernes, 2 de diciembre de 2022

La guerra de Ucrania es una guerra mundial

La guerra de Ucrania es, de hecho, una guerra mundial que actualmente sólo se desarrolla en aquel país pero que tiene, y en un futuro continuará teniendo, profundas y permanentes consecuencias mundiales. En este escrito intentaré exponer algunas de las múltiple capas del conflicto sin ampliarlo con datos ya que no se correspondería a unos breves apuntes como es este el caso.

Ucrania

Un país soberano con fronteras reconocidas internacionalmente como es Ucrania ha estado agredido y invadido por un ejército extranjero que se ha apropiado de más del 20% de su territorio declarándolo, además, parte integrante de la Federación Rusa y sin intención alguna de devolverlo en el futuro en el contexto de una negociación de paz. Al contrario, la Federación Rusa aspira a completar la invasión de todo el Donbás, como mínimo. 

Ahora bien, las razones estratégicas, es decir, la preocupación rusa por su seguridad ante el avance de las bases de la OTAN, la declarada voluntad norteamericana de incorporar Ucrania en la OTAN y la efectiva participación de los ejércitos de los EUA y del Reino Unido en territorio ucraniano, por un lado, y las políticas hipernacionalistas y antirusas en un estado plurinacional y plurilingüístico como es Ucrania, el incumplimiento de los acuerdos de Minsk que daban autonomía a las regiones rusófonas y rusófilas del Donbás y la falta de garantías futuras respecto a la neutralidad militar del país, por otro lado, justifican la respuesta militar rusa para la opinión pública de esta última. Por mucho menos los EUA han respondido mucho más sanguinariamente. 

Golpe de Estado del Euromaidán

La democracia rusa no llega a los estándares de Europa occidental pero la ucraniana quedaba muy por debajo, especialmente después del golpe de Estado del Euromaidán de 2014. Lo mismo y aumentado podemos decir sobre la corrupción. Con la guerra los estándares democráticos de Ucrania han caído a cero incrementándose la prohibición de partidos, sindicatos y medios de comunicación críticos con el poder. Ucrania es en estos momentos un régimen autoritario donde el papel del neonazismo se está incrementando. El fascismo se ha incrustado en el imaginario nacionalista ucraniano, en el simbolismo público (figúrense a Alemania dando el nombre de calles a Adolf Hitler y levantándole monumentos y entenderán lo que están haciendo con el fascista ucraniano Stepan Bandera ) y, más peligroso aun, en el ejército. 

En un momento crítico del inicio de la guerra, en marzo de 2022, Ucrania pudo elegir entre un acuerdo de paz con la aceptación de la pérdida definitiva de la península de Crimea, la autonomía del Donbás dentro del Estado ucraniano y la neutralidad militar internacional o la continuidad de la guerra. A instancias de los EUA, del Reino Unido y de la Unión Europea eligió el conflicto armado (la guerra tendrá que decidirse en el campo de batalla, Josep Borrel dixit).

Josep Borrell, comisario europeo de Asuntos Internacionales

El resultado de las hostilidades aun es incierto pero ya hay algunas realidades incuestionables y todas ellas negativas para Ucrania: destrucción física de sus infraestructuras (puentes, viviendas, centrales eléctricas,...), desaparición del Estado como prestador de servicios públicos, acumulación de una deuda pública imposible de devolver pero que será una losa durante décadas y la excusa para la espoliación de las riquezas del país, ruina económica de las empresas, emigración masiva una parte de la cual no volverá nunca más si no es para visitar la familia, y pérdida de un gran número de soldados jóvenes en edad reproductiva que como mínimo supera ya los 100.000 muertos y que afectará la natalidad futura del país de forma significativa. Otro vector no cuantificable pero también dramático es el sufrimiento de millones de personas, aun más con la destrucción del sistema eléctrico y sus afectaciones en las redes de agua potable y calefacción. 

Ceremonia fúnebre de un soldado ucraniano

Rusia

Las guerras son extraordinariamente caras y Rusia está pagando un elevado precio. Además, la estrategia de Occidente ha estado la de arruinarla por diversas vías pero todas ellas han fracasado hasta ahora. El abandono de empresas occidentales de Rusia la ha afectado poco: los rusos ya han aprendido a hacer hamburguesas como las de McDonald y pueden prescindir de comprar la ropa en Zara e incluso pueden adquirir la misma pero ahora directamente made in Bangladesh. El boicot a la venta de sus productos no solo no la ha perjudicado sino que ha favorecido el aumento internacional de precios del gas, del petróleo y de las materias primas rusas en general. Aun y así, ha provocado suficientes problemas económicos como para hacer disminuir su PIB pero no son los efectos catastróficos que esperaba Occidente y es una situación perfectamente reversible. Tampoco Occidente ha conseguido hacer disminuir la popularidad de Vladímir Putin en su país, más bien lo contrario, ni arruinar el Estado ruso, ni fragmentar la Federación Rusa que, no lo olvidemos, es el objetivo último de los EUA para apropiarse de sus enormes recursos naturales. 

Plaza Roja del Kremlin, Moscu

Los Estados Unidos de América

La guerra ha provocado un aumento de la inflación pero su impacto no les está afectando especialmente. El dólar, aparentemente, ha ganado la guerra monetaria a corto plazo pagando elevadas tasas de interés con el objetivo de hacer drenar capitales hacia los EUA pero son unos intereses que no son sostenibles a largo plazo. Además, la subida de precios energéticos en Europa en comparación a los suyos está provocando el desplazamiento de la producción industrial de alto consumo energético en dirección al país americano y el inicio de la desindustrialización europea. 

A pesar de ello, los EUA están gastando cantidades inauditas de dinero en el mantenimiento militar y financiero del Estado ucraniano y esto no es asumible presupuestariamente a largo plazo y, además, está tensionado su política interna. A los EUA cada vez les está suponiendo más caro el mantenimiento de la hegemonía mundial y no está claro que pueda mantener esta carrera de fondo. Peor aun si consideramos que está jugando con un enemigo menor, Rusia, no comparable con quien realmente le está cuestionando la hegemonía mundial, es decir, China. 

Fuerza aérea naval de los EUA

Si el bloque EUA/Reino Unido/Unión Europea, es decir, la OTAN más los aliados de la angloesfera como Australia y Nueva Zelanda, querían aislar mundialmente a Rusia, de facto es este bloque el que se ha aislado del resto del mundo. Cada vez más países huyen de la esfera de influencia norteamericana sin que esta pueda hacer nada. Un ejemplo paradigmático es Arabia Saudita y otro cas es Turquía. También es muy importante que cada vez hay menos transacciones internacionales efectuadas en dólares y conviene recordar que la moneda y el poder militar son el núcleo de su predominio mundial. 

China

Estamos asistiendo a la transición de un mundo unipolar surgido de la caída del bloque soviético el 1989/1991 a la configuración de un mundo multipolar con un segundo hegemón como ya lo es China. 

China no quiere la guerra de Ucrania porque su modelo es el de ganar conflictos comerciales, no militares. Tampoco le conviene que el mundo se fraccione en bloques comerciales que le harían perder mercados pero no puede dejar caer a Rusia porque si esto pasara la siguiente guerra sería en Taiwán (que es reconocida legal e internacionalmente como parte integrante de China) y provocada por los EUA. Este último, recordémoslo de nuevo, ahora mismo solo tiene un aspecto donde es claramente superior a cualquier otro Estado o incluso a una posible alianza de Estados: mantiene inalterada su supremacía militar en el mundo. Y en última instancia, muy probablemente la utilizarían pera mantener la hegemonía mundial. 

Panorámica de la ciudad de Shanghái

Europa

Mi madre dice que es tonto el que hace tonterías, decía Forrest Gamp en la película homónima. Si nos fijamos solo en los hechos, Europa no podría ser más estúpida. Es incomprensible que la Unión Europea actúe con tanto afán a favor de su propia destrucción. Primero dejando que la OTAN creciera innecesaria y provocativamente hacia el Este hasta las puertas de la Federación Rusa. Después dejando que se enquistara el conflicto interno de Ucrania (incumplimiento ucraniano de los acuerdos de Minsk). Y ahora actuando en contra de sus propios intereses boicoteando la economía rusa y de paso la suya propia y alimentando militarmente una guerra de un país que ni es miembro de la Unión Europea ni de la OTAN en nombre de altos valores políticos y éticos que no se aplican en Ucrania (¿recuerdan cuando Occidente justificaba la invasión de Afganistán para liberar a las mujeres del yugo machista musulmán?).

El resultado ha sido una elevada inflación, el aumento del déficit público, la contracción del PIB, la entrada en recesión económica y a medio plazo, su progresiva desindustrialización. El panorama aun puede ser peor si la población europea ve bajar significativamente su nivel de vida, cosa que ya está pasando, lo que está provocando el fortalecimiento de la extrema derecha. 

Edificio de la Comisión Europea

Para acabar pero no por ello menos importante, la libertad de expresión ha disminuido en la liberal Europa prohibiendo medios de comunicación extranjeros como Sputnik o Russia Today, con el boicot por parte de las grandes redes sociales norteamericanas de cuentas personales o de medios informativos críticos, imponiendo una única versión de los hechos a través de los grandes medios de comunicación y marginando cualquier voz alternativa a las políticas del conglomerado EUA/Reino Unido/Unión Europea/OTAN. El nivel de manipulación y ridículo ha llegado a extremos difícilmente superables como con las informaciones relacionadas con la central nuclear de Zaporiyia, ocupada desde hace meses por las tropas rusas y que los medios de comunicación occidentales pretenden hacer creer que los rusos se están bombardeando a si mismos. No niego que las mentiras repetidas cotidianamente a todas horas y con aparente unanimidad no funcionen. Sí que lo hacen, por supuesto, pero la opinión pública es muy voluble y, por otro lado, no veo ningún entusiasmo popular en participar o en asumir aun más las consecuencias de ella. 

Algunes conclusiones

Rusia está ganando la guerra económica contra Occidente. Militarmente hablando, ha perdido algunos territorios ocupados previamente (Jerson es el último caso) porque ha priorizado la integridad de su escaso ejército desplegado en Ucrania por encima de la defensa numantina de territorios. Sin embargo la guerra está cambiando de formato con la incorporación de más de 300.000 nuevos reservistas rusos (actualmente están combatiendo unos 150.000 soldados rusos) y la destrucción del sistema eléctrico y otras infraestructuras ucranianas. Es altamente probable que al final de la guerra la Federación Rusa consiga todos sus objetivos siempre y cuando Occidente no se implique directamente en ella. Si esto último pasara, entonces pasaríamos de una guerra local a una verdadera y destructiva III Guerra Mundial un un posible final nuclear. 

viernes, 9 de julio de 2021

Colera: tierra, mar y paz

Eran las nueve de la mañana y el pueblo estaba muerto. El Instituto de Estadística de Cataluña dice que viven 448 habitantes pero aquella mañana de otoño sólo yo caminaba por sus calles. Solamente había abiertas un par de tiendas desiertas de gente y todos los bares estaban cerrados. Continué por la calle del Mar hasta la playa donde tampoco se veía ni una triste alma paseando. Finalmente sentí temblar el remolque de una furgoneta que entraba en el puerto. Bienvenidos a Colera cuyo eslogan turístico es "Tierra, mar y paz", sobre todo mucha paz.

Puerto y playas de Colera

Pocos minutos más tarde empecé a subir la montaña de los Cañones. A media altura contemplé el pequeño puerto, la playa de las Barcas y la playa de los Muertos, el arrabal marítimo y el viaducto ferroviario que hace de frontera con el pueblo viejo. El tiempo era desapacible con un ligero levante que rizaba el mar y las manchas irregulares de nubes tamizaban la luz del día. En estos cerros la vegetación está ganando presencia con nuevos pinos y encinas un poco por todas partes pero sobre todo proliferan plantas mediterráneas como el romero y la lavanda y de foráneas como el bálsamo o las chumberas. Ya en la cima vi un par de cañones antiguos que dan nombre a la montaña y, bien alineadas, una hilera de olivos cargadas de frutos. Desde aquí se disfruta de una soberbia vista de todo el mar de Arriba con el cabo de Creus al fondo. Seguí el camino de ronda que lleva a la playa de En Carbassó, de difícil acceso, y a la Isla Grande. Los acantilados eran de piedra negra con algunas vetas rojizas y entre la playa y la isla hervía el agua en un mar de piedras.

Montaña de los Cañones

En todo el camino tampoco me crucé con nadie. La paz en Colera era absoluta y el estado de relajación mental era total. Seguí un cómodo camino por encima de la línea de costa hasta el puerto de Juan en un paisaje de antiguas terrazas sobre las que han plantado pinos. El minúsculo puerto es una infraestructura decayente y medio en ruinas pero justamente por eso está mucho más integrada en el entorno que si fuera nueva y útil. La pequeña cala está dominada por una hermosa y antigua casa de playa con almacén para la barca, barbacoa y cocina al aire libre y una gran pérgola con techo de brezo pero una piscina sobre la arena me azotó la vista. ¿A quién se le ocurrió la idea de construir una piscina al lado del mar? Peor aún, ¿quién dio un permiso tan manifiestamente abusivo?

Puerto de Juan

Como no estaba dispuesto estropear la bucólica jornada, me preparé para continuar la ruta. Al final de la playa observé un indicador que decía "Camino de ronda" acompañado de una flecha que señalaba al mar. Lo volví a mirar, a veces hay graciosos que se divierten cambiando la dirección de las señales. Pero no, a pesar de que hay un buen camino, privado, que recorre la costa, el indicador invita a saltar por las rocas y mojarse los pies en el agua. Aprovechando que la vida en Colera volvía a manifestarse en forma de trabajador, lo interrogué. El cartel no se equivocaba: si no quería retroceder debería hacer un camino de ronda literalmente marítimo. El amable obrero también me informó que para hacer este tramo la gente viene equipada para mojarse las piernas y me aconsejó que con aquella mar picada no era el mejor día para intentarlo. Estos sabios consejos, como era de prever, me animaron a hacer todo lo contrario así que me colgué los zapatos en el cuello, me arremangué los pantalones y empecé a pisar las afiladas rocas y a hundirme dentro del mar. El agua me llegaba a media pierna y las pequeñas olas me mojaron ligeramente la ropa pero afortunadamente no tuve que lamentar ningún incidente.

Playa de Garbet

Reconstituido por el baño, descansé en la playa de Garbet. Entre bocado de bocadillo y bocanada de agua me vino a la memoria el reciente debate en un grupo de Facebook especializado en la Costa Brava sobre cuál era el mejor tramo del camino de ronda de la Costa Brava siendo la opinión mayoritaria que lo eran todos. Juicio popular pero no unánime porque alguien precisó que el camino de Portbou a Llançà era "muy normalito". Este era el verdadero motivo por el que estaba allí, para confirmar que no me había equivocado con mi respuesta diciendo que la playa de Garbet, el cabo Ras o la cala Bramant no eran paisajes nada "normalitos" sino más bien extraordinarios.

Puerto de Sant Antoni

Reiniciada la caminata, atravesé el túnel de la gigantesca plataforma ferroviaria que separa la playa de Garbet de su hinterland, aislamiento que lo ha salvado de la urbanización, e inicié la subida al puerto de Sant Antoni desde donde volví a divisar Colera. Cuando llegué era casi mediodía y el pueblo había conseguido despertarse. La gente me saludaba o me volvía el saludo cordialmente aunque era un forastero con la boca y la nariz tapada como un bandolero pero Colera debe de ser un pueblo de bandidos porque todo el mundo iba con la cara tan oculta como yo. Paseé por las estrechas calles planificadas y construidas en el siglo XVIII visitando la blanca y sencilla iglesia de San Miguel y la plaza dedicada al republicano y federalista Pi y Margall donde admiré de nuevo el más que centenario plátano que simboliza la Libertad.

Colera desde el puerto de Sant Antoni

Cuando por fin llegué al coche confirmé, satisfecho, todos mis antiguos recuerdos de Colera, probablemente el menos masificado de todos los pueblos de la Costa Brava, con una población afable, con predominio absoluto del negro de los acantilados y de las playas, con un paisaje montañoso y marítimo abrupto a ratos, amable en otros pero siempre maravilloso. Un entorno donde se hace más evidente que en ninguna parte la mezcla de una tierra poderosa y una mar brava. Y siempre con paz, mucha paz.

Viaducto ferroviario de Colera

miércoles, 9 de octubre de 2019

Impresiones de Vietnam y Camboya

...y finalmente Estados Unidos ha ganado la guerra

Cuarenta y tres años después de acabada la guerra de Vietnam, Estados Unidos ha ganado. Es una victoria sin paliativos, como la que ganaron los vietnamitas a los franceses en Dien Bien Phu. En esta ocasión a los vietnamitas sólo les queda levantar los brazos y rendirse. O, mejor aun, ya lo han hecho: el capitalismo reina, las clases sociales aceleran sus diferencias entre una burguesía que enseña su properidad sin pudor -incluso a través de las televisiones públicas-, una clase media urbana y occidentalizada y un campesinado a quien poco le ha cambiado la situación y que su única esperanza es abrise al turismo allá donde llegue o emigrar a las ciudades vietnamitas o chinas.

Más allá de Estados Unidos como modelo, es todo Occidente el triumfador, es el hombre y sobre todo la mujer occidental el prototipo de belleza de los anuncios, también en el interior de Vietnam. Claro que lo que finalmente se produce es una mezcla de lo nuevo y de lo viejo, de lo oriental y lo occidental con todas sus contradicciones: ver jóvenes con una gorra norteamericana, impacta. Seguramente a ellos, los jóvenes, la que conocemos como la guerra de Vietnam les debe sonar como a mi a su edad la Guerra Civil: cosa de abuelos, antigua, desfasada a pesar de la proximidad cronológica.

Vietnam prospera y mucho. Las bicicletas en Hanoi ya son sólo para hacer ejercicio. Los vietnamitas prefieren las motos, que ocupan todos los espacios posibles, y los coches, claro que sólo los que se lo pueden permitir. Las normas de circulación, las de uso práctico me refiero, son bastante claras: la prioridad la tienen los camiones y los autobuses que para eso son los más grandes. Después van las camionetas, los cuatro por cuatro y así va bajando hasta que se llega al peatón que se ha de adaptar a los otros aunque atravieses, ingenuamente, por un paso cebra.

En muchos aspectos Vietnam me recuerda los años 60 y 70 españoles: un gran y caótico crecimiento que cambia rápidamente el país pero mucho más lentamente a los paisanos. La limpieza, por ejemplo. Las calles de Hanoi son muy sucias y no por falta de limpieza municipal sinó porque los hanoienses ensucian mucho. Que las aceras del centro de la ciudad sea un mercado tampoco ayuda mucho. Las aceras no son para caminar, son para aparcar las motos y para vender. En cuanto el comercio de Hanoi y de otras ciudades, se produce un triple nivel de comercio pero todo mezclado. Las tiendas más elegantes son para los turistas y para la creciente burguesía autóctona. Después están las tiendas populares, donde hacen sus compras los vietnamitas. Finalmente está el comercio de las aceras donde en el suelo, sobre un simple plástico, se muestran todo tipo de mercancias como frutas y verduras, carne, pescado y todo tipo de comidas elaboradas estrañamente muy blancas o muy negras o muy verdes y que la gente del país -he visto poquísimos turistas haciéndolo- comen con fruición.

Entonces, ¿si las aceras son para aparcar los vehículos y para comerciar, por donde pasan los peatones? Pues por la calzada, claro, compartiendo espacio con camiones, autobuses, coches y motos en una algarabía de cláxones y griterío.



sábado, 14 de octubre de 2017

Camino de ronda de Tossa de Mar a Sant Feliu de Guíxols

El camino de ronda de Tossa de Mar a Sant Feliu de Guíxols no existe en un sentido estricto: no está señalizado, no hay referencias excursionistas escritas de él y lo más parecido es la GR 92 que opta por enviar al senderista por la montaña, paralelamente a la costa, alejándolo muchos kilómetros del mar.
Foto: Tossa de Mar

Y sin embargo hay playas y hay caminos...

Foto: acantilados del puig d'en Pela

Durante unos cuantos años me he dedicado a conocer a fondo todo este maravilloso tramo de costa entre Tossa de Mar y Sant Feliu de Guíxols, milagrosamente bien conservado.


Foto: es Palomar

Entendámonos, no quiero decir que sea una costa virgen puesto que hay urbanizaciones, carreteras, playas naturales con restos de envases de plástico, puntos con escombros, etc. pero el conjunto sigue siendo, en mi opinión, lo mejor de la Costa Brava y eso es poner el listón muy pero que muy alto.

Foto: cueva de Sa Gatera

Ya antes de este verano había completado todos los tramos enlazándoslos unos con otros por lo que virtualmente ya había hecho el camino de ronda inédito (perdonen mi atrevimiento por lo de inédito: quedo a la espera que alguien me baje del pedestal).

 Foto: cala Pola

Quedaba, quizás, lo más importante que es hacerlo seguido cosa que he completado en un agradable puente de la Hispanidad, con una temperatura ideal para caminar e incluso para darme un buen chapuzón en la playa de Vallpresona.

Foto: cala Giverola

En resumen, han sido 21 km casi exactos, 1189 m. de desnivel positivo y casi 7 horas de caminar efectivo a los que habría que añadir los descansos.

Foto: paisaje desde el mirador de cala sa Futadera


Foto: cala Salionç


Foto: playa de Vallpresona

Foto: punta de Concagats


Foto: cala del Senyor Ramon


Foto: punta y arrecife del Canyet


Foto: cala dels Canyerets


Foto: punta del Romaguer


Foto: cala Joana


Foto: cantos rodados de la cala d'Urgell


Foto: cala d'Urgell


Foto: punta d'en Bosc


Foto: cala dels Músics


Foto: punta de ses Mongetes


Foto: les Penyes desde la playa del Candell


Foto: es Corb Marí


Foto: sa Crestera, les Penyes y cala del Vigatà, desde la playa del Candell


Foto: el Monasterio de Sant Feliu de Guíxols